Gibraleón,
18 de julio de 2011.
¿Es lo mismo ser de izquierdas que de derecha?.... (Derecha en singular ya que derecha solo hay una, que incluye desde los moderados a los fascistas más extremos).
Cada cual que se sitúe en el lugar que le corresponde ideológicamente según su situación económica, laboral, pensamientos políticos, tradición familiar…etc. Planteo una serie de ejemplos, diferentes casos tratados como generalidades, por lo que siempre existirán excepciones.
Si necesitas un médico y tienes que acudir a la sanidad pública, yo te situaría a la izquierda, pero el que se puede permitir un médico particular o un Hospital Privado, ideológicamente estará en la derecha, aunque este último también hará uso de la Sanidad Pública.
Si tu hijo va a la guardería o al colegio público, estarás en la izquierda; en cambio si puedes y prefieres los colegios privados, de pago, católicos,…estarás en la derecha. Esto no quita que muchos ricos tengas a sus hijos en los colegios públicos, incluso que tengan becas.
Si tu hijo necesita una beca para ir a la Universidad, no puedes pensar políticamente como el que va a la Universidad privada, o se permite no tener una ayuda.
Si eres de los que nacen con el trabajo, o dueño de una herencia empresarial, estarás probablemente en la derecha; en cambio si eres de los que siempre está buscando trabajo, tienes un trabajo precario, o eres un currante normal, estarás con la izquierda.
Si necesitas de la Ayuda a domicilio para tu vejez, te encuentras en la izquierda; en cambio si tienes un plan de pensiones o servicio para atenderte, estarás en la derecha.
Si ha fallecido tu pareja, tienes una pequeña pensión, serás de izquierda; pero si vives muy bien y sin problemas tras su muerte, estarás en la derecha.
Si tienes acciones o dinero en el banco, casi seguro que no piensas como el que lo pide prestado y además, ahora, no se lo dan.
Si llegas sobrado al final del mes, probablemente no estés situado con los que ya están faltos en cuanto cobran.
Si necesitas el paro o la ayuda familiar para poder vivir, no estarás con los que nunca han tenido problemas de trabajo, o son ricos herederos.
Si tienes varios pisos o vives en una mansión, casi seguro que no piensas como los que buscan vivienda y esperan una VPO.
Si respetas las opciones sexuales y la diversidad de matrimonios, casi seguro que eres progresista, pero si detestas a los homosexuales, casi seguro que estás en la derecha y probablemente seas racista.
También tenemos que pensar y poner en valor el hecho de que
todas las leyes que han contribuido a la igualdad de oportunidades y a la construcción de los pilares básicos del estado de bienestar han sido llevadas a cabo por gobiernos socialistas. Por supuesto la derecha no las impulsó ni las derogó, y todos los ciudadanos se han beneficiado de ellas, incluso algunos han abusado. Es un hecho que la derecha siempre quita derechos y saca provecho. Solo hay que mirar en nuestro pueblo.
Con lo anteriormente expuesto, propongo al lector que lo desee un examen de conciencia política, o ética, aunque algunos no sepan que significa esta palabra, y veamos si podemos responder a las siguientes preguntas:
¿Me considero de derecha o de izquierdas?....
¿Cómo puede una persona progresista, de izquierdas, pasarse a la derecha?...
¿Cómo se puede tener en las manos hacer políticas de izquierda, gobernando, y se cede al paso a la derecha?...
¿Cómo pueden algunos políticos haberse inhibido de la responsabilidad que le han dado los vecinos?...
¿Cómo explican unos políticos que pidieron el voto para la izquierda, que esos mismos votos han permitido que gobierne la derecha?...Solo cabe esperar, y pedir que este extraño matrimonio,
PIPU, sea bien avenido y que trabajen por los ciudadanos de Gibraleón el tiempo que sean capaces de aguantarse los unos a los otros.
De seguro que ya han pensado en un salvoconducto.
“No podemos hacer nada porque nos hemos encontrado el ayuntamiento arruinado”. Pero esto ya lo dijeron mucho antes de las elecciones, sabían la situación, como las de todos los ayuntamientos, y prometieron, y prometieron hasta la saciedad; ahora, toca cumplir lo prometido y no dar excusas tan simples.
A lo dicho, igual que a lo hecho, pecho.